El hacer
en mi mente
es como un puente lleno de bichos
a veces son coloridos, exóticos
interesantes.
Hacen ruido a tambores y río.
Pero sólo porque así lo imagino
porque lo permito
porque sucede.
El resto del tiempo
son como veredas sucias
a veces muy sensuales
otras muy frágiles.
Y allí se quedan
chocándose y desvaneciéndose
los escenarios
del hacer
en mi mente.